Indhira Hernández (1985) | Franz Caba (1991)
OCA|News / Diálogo somático / Septiembre 22, 2021 / Santo Domingo, RD.
Por: Juan Carlos Ditrén / Curador
El dibujo siempre ha formado parte del proceso creativo de los artistas. Es la forma más rápida de anotar las ideas y criterios de los proyectos en proceso. Expresiones como el boceto, esquema o estudio nos transportan al inicio de cualquier idea en el entorno de un artista. Puede verse incluso como un ejercicio gráfico y físico de entrenamiento. Caligrafía de signos del imaginario que conducen a visualizar la obra terminada. Estudios de formas y proporciones.
El dibujo contemporáneo es, por encima de prejuicios del pasado, una obra terminada. Una experiencia que transita entre el carbón y la tinta, sin importar el soporte, que puede ser tan libre como la creatividad del artista.
Diálogo somático es el encuentro de dos artistas contemporáneos que utilizan el dibujo como forma de expresar sus experiencias más íntimas. Ejercicios corpóreos de la intimidad del imaginario. Defienden su realidad alejándose del absurdo, pero cerca de la provocación a manera de ruptura. Anécdotas íntimas de un pensamiento crítico y en muchos casos sarcástico. Comparten el medio del papel y se distancian en el largo trayecto de la tinta y el pastel.
Gestos fluidos que nos conducen a trazos firmes en secuencias rítmicas que construyen una estructura gráfica. El resultado es la reafirmación del género de sus creadores en medios y construcciones plásticas muy personales, mostrados de forma explícita.
La propuesta de Indhira Hernández (1985) se muestra en autorretratos que emergen de manchas oscuras y detalles terracotas que acentúan los sentidos como metáforas conceptuales que forman parte de la identidad de su obra. Rostros expresivos, algo arrogantes, que transmiten una sublime nostalgia que contextualizan la soledad.
El origen de sus piezas se ubica en lo profundo de los sentimientos humanos y de las emociones que se manifiestan a través de ellos. Da cabida a los opuestos complementarios de la vida: alegría y tristeza, risa y llanto, desasosiego y calma. Vivir el instante presente y lo que este medio le permite expresar y que no es garantía de lo que puede venir.
Las piezas de Franz Caba (1991) manejan la ironía como discurso en el uso del cuerpo voluminoso. Cuerpo sobre cuerpo, apiñados, indivisibles y a veces en solitario. Abrazados por sus propias extremidades o por todos los brazos que representan los prejuicios o los dolores.
Llaman la atención la belleza creativa en la coreografía de movimientos de cuerpos obesos que se observan sutiles y forman una composición que se lee ligera. Para Ángel Rivera: “Sus yuxtaposiciones de cuerpos desnudos, tal vez incongruentes, telares en dibujo de “strips”, acento de color en “gold leaf” aportan a la imagen un nivel estético superior llevándonos a una imaginería nipona del luchador “sumo oriental” trayendonos en su sintaxis visual, todo un lirismo de candidez, destreza, belleza, que eleva su discurso dibujístico a nuevas zonas creativas”.
Los unen la soledad que produce la ruptura que se aleja de la abstracción y se acercan como pareja de oficio, a la figuración libre. Sus obras son el resultado de las estrategias conceptuales, de un ejercicio constante y reflexiones en solitario de lo que el arte les permite expresar. Sus dibujos, son obras terminadas sobre papel con el hombre (sin género) como centro, en un estado de lucha o el resultado de batallas internas que nos permita vernos en el espejo imaginario de estas piezas. La simplicidad del soporte (papel) y la ligereza del medio (dibujo) no son impedimento de ir profundo en la interpretación del silencio que resulta de la soledad del artista en su proceso creativo. De la parte material de estos seres humanos animados, de sus interpretaciones y de su diálogo que somatiza la mente y se siente en el cuerpo.
Juan Carlos Ditrén / 2021
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