RAFAEL ÁLVAREZ / GRAFFITI DEL SIGLO VEINTIUNO

  OCA|News    Graffiti Siglo XXI| RAFAEL ÁLVAREZ / Viernes 9, Mayo, 2025 / Nacional

En el tiempo que lo conozco, hace ya casi varios años que admire por vez primera su trabajo en la Bienal de 1984, me he sentido fascinado por la inteligencia y calidad de sus dibujos y pinturas. Su obra evoluciona con el tiempo. Aún tenemos la gama de artistas que el trabajo de Álvarez nos recuerda. Willem de Kooning, Cy Twombly y Mark Tobey entre ellos. Más que una reverencia merece el trabajo de los expresionistas alemanes, tanto aquellos del Berlín actual como los del periodo expresionista clásico de los veinte y treinta. En mi opinión esta es la mejor comparación que puede hacerse de un artista contemporáneo,

RAFAEL ÁLVAREZ / El viaje de seres difuntos

Alvarez usa estos artistas como referencia histórica, desplegando sus consumadas aptitudes de dibujante conjuntamente a una disciplina que proviene de su experiencia como arquitecto profesional para la construcción de la composición, el ojo de arquitecto y su fuerza analitica, proveen la base y el entorno para marcas y líneas que sobre papel o tela son espontáneos y profundamente personales. Es este contraste lo que imparte fuerza y gran magnetismo a su obra. El espectador se queda forzosamente sorprendido ante un dibujo que parece un “garabato” pero realizado con seguridad y sofisticación.

Allá arriba, en la cúspide entre los artistas cuyos trabajos hacen eco en los de Alvarez, es innegable el vigor de su propio estilo. Hace algunos años sus trabajos en gran escala daban la idea de ilustraciones escapadas de algún cuento secreto. Exploraba, generalmente en monocromo, el contorno de los huesos y desarrollaba un léxico de símbolos cuyos orígenes iban de lo taíno al graffiti del “subway”. Nuevamente se hace presente el graffiti en su más reciente trabajo. Hay una búsqueda de un lenguaje internacional de resplandecientes signos, cada uno elemento vital con fervor expresionista.

Visitante asiduo de Nueva York, Álvarez está familiarizado con los pintores nuevos de esta ciudad.La zona de arte en el bajo Este de Nueva York con sus gremios bohemios y callejuelas opalinas le subyugan. Estas técnicas no han servido nunca mejor causas que las imágenes tropicales que frecuentemente pueblan sus lienzos.

Es impresionante que su arsenal de técnicas maestras y materiales artísticos realcen más que ensombrecer su irrefrenable línea. El peligro de una tienda de materiales de arte, que es el arte regido por la calidad de materiales seductores, no puede ser minimizado. Alvarez convierte en aliados poderosos los lápices de óleo de brillantes colores y los pigmentos iridiscentes a través de la rica presentación de sus peces y conchas trituradas. Su mensaje va mucho más lejos que el medio.

El mensaje es hombre y naturaleza frecuentemente en un lamento, un grito infantil de protesta, directo e inmediato. su garabateo, la falsa apariencia de descuido de sus símbolos audaces, reinventan en el lienzo y el papel, cuál granada de mano que hace todo pedazos. El tema de la habilidad del hombre para cohabitar con la naturaleza es la candente interrogante del siglo venidero. La validez de la presentación de este dilema va de acuerdo con la fuerza y la maestría de la exposición de Alvarez .

Stephen D. Kaplan

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RAFAEL ALVAREZ / TWENTY-FIRST CENTURY GRAFFITI

  OCA|News    Graffiti| RAFAEL ÁLVAREZ / Viernes 9, Mayo, 2025 / Nacional

In the time I've known him, almost several years since I first admired his work at the 1984 Biennial, I've been fascinated by the intelligence and quality of his drawings and paintings. His work evolves over time. We still have the range of artists that Álvarez's work reminds us of. Willem de Kooning, Cy Twombly, and Mark Tobey among them. The work of the German Expressionists deserves more than a reverence, both those of contemporary Berlin and those of the Classical Expressionist period of the 1920s and 1930s. In my opinion, this is the best comparison that can be made of a contemporary artist.

Álvarez uses these artists as a historical reference, deploying his consummate draftsmanship alongside a discipline that stems from his experience as a professional architect in the construction of the composition. His architect's eye and analytical strength provide the basis and environment for marks and lines that, on paper or canvas, are spontaneous and deeply personal. It is this contrast that imparts strength and great magnetism to his work. The viewer is inevitably surprised by a drawing that resembles a "scribble" but is executed with confidence and sophistication.

Up there, at the pinnacle of artists whose work echoes Alvarez's, the vigor of his own style is undeniable. A few years ago, his large-scale works suggested illustrations escaping from some secret tale. He explored, usually in monochrome, the contours of bones and developed a lexicon of symbols whose origins ranged from Taino to subway graffiti. Graffiti is once again present in his most recent work. There is a search for an international language of resplendent signs, each a vital element with expressionist fervor.

A frequent visitor to New York, Alvarez is familiar with the city's emerging painters. The art district in New York's Lower East Side, with its bohemian guilds and opaline alleyways, captivates him. These techniques have never served better causes than the tropical imagery that frequently populates his canvases.

It's impressive that his arsenal of masterful techniques and artistic materials enhances rather than overshadows his irrepressible style. The danger of an art supply store, which is art governed by the quality of seductive materials, cannot be minimized. Alvarez turns brightly colored oil pencils and iridescent pigments into powerful allies through the rich presentation of his crushed fish and shells. His message goes far beyond the medium.

The message is man and nature, frequently in a lament, a childlike cry of protest, direct and immediate. His scribbling, the false appearance of carelessness of his bold symbols, reinvent themselves on canvas and paper, like a hand grenade that shatters everything. The theme of man's ability to cohabit with nature is the burning question of the coming century. The validity of the presentation of this dilemma is in keeping with the power and mastery of Alvarez's exposition.

Stephen D. Kaplan