Javier Hinojosa, un fotógrafo poeta
En América Latina, México es país de los fotógrafos mayores, y entre ellos Javier Hinojosa, que, en el marco de PhotoImagen 8, expone en el Museo Fernando Peña Defilló. Es una secuencia de imágenes que causa una profunda emoción estética desde las primeras percibidas en las salas de exposiciones temporales - ¡la muestra se presenta en las tres salas!-. Revelan “el mundo anterior” de un artista, tan apasionado de experimentación como creador de visiones fantásticas, que subliman los paisajes del continente en poemas de la luz. Vida anterior e interior, no cabe duda…. El paso entre mundos que se contemplan y se sueñan. Nos consta que Javier Hinojosa es un viajero… renovando hoy los periplos de aquellos fotógrafos que andaban por el mundo, en el siglo XIX, logrando transportar cargamentos increíbles, laboratorios ambulantes, y realizaban fotografías verdaderamente épicas… Y no pensamos que Javier Hinojosa, todavía enamorado del cuarto oscuro, los haya olvidado, y sus montañas, infinitas y reales-maravillosas, evocan casi un homenaje. Felizmente, la tecnología ha permitido que la armonía y el rigor no correspondan a aventuras tan sobrehumanas. Sin embargo, la vida del artista de las “Estaciones” significa un reto y una pasión permanentes, “una larga carrera de experimentación con los procesos fotográficos antiguos y contemporáneos”, según lo pondera, en un hermosísimo ensayo, Deborah Dorotinsky. Ella también hace observaciones insuperables. respecto al concepto, el cromatismo y el lirismo: “Al convertir el entorno en arte, al representarlo a través de la lente, al traducir a escalas de grises los colores, al “artistificar” el ambiente, el autor de estas tomas piensa y hace el paisaje.” Escritura de la luz. La voz “poesía” surge inconteniblemente, la escuchamos varias veces, de quienes descubrieron la fotografía de Javier Hinojosa. Aquí, el fotógrafo se convierte en un poeta que sustituye la palabra por la escritura de la luz. Creemos que nunca lo habíamos sentido con tanta intensidad… Tampoco nos cabe duda de que el famoso instante preciso e irrepetible se vuelve, en Javier Hinojosa, un instante mágico. La fotografía registra acontecimientos, comenta y documenta la realidad, pero, sin alterar las formas ni “surrealizar” indebidamente, llega mucho más lejos en su caudal de arte y de belleza, acercando lo finito de lo infinito, postergando los límites de la estética. Y Javier Hinojosa nos enseña esta facultad admirable… con la infinita riqueza de los grises: aquí se sobrepasan el no-color y un color, es una auténtica paleta. Y en los planos sucesivos, leemos hasta un legado oriental, un paisajismo chino plurisecular… Tal vez sea exceso ilusorio nuestro… pero tenemos a un fotógrafo mexicano, universal, totalizante. … Y que nos permitan la "cursilería" de expresar que la música de las Cuatro Estaciones de Vivaldi acompañaría exquisitamente una proyección de las Estaciones de Javier Hinojosa.
Javier Hinojosa, a poet photographer In Latin America, Mexico is the country of the greatest photographers, including Javier Hinojosa, who, in the framework of PhotoImage 8, exhibits at the Fernando Peña Defilló Museum. It is a sequence of images that causes a deep aesthetic emotion from the first ones perceived in the temporary exhibition halls - the show is presented in the three halls! They reveal "the previous world" of an artist, so passionate about experimentation as creator of fantastic visions, that sublimate the landscapes of the continent in poems of light. Previous and internal life, there is no doubt ... The passage between worlds that contemplate and dream. We know that Javier Hinojosa is a traveler ... renewing today the journeys of those photographers who were around the world, in the nineteenth century, managing to transport incredible cargoes, traveling laboratories, and made truly epic photographs ... And we do not think that Javier Hinojosa, still in love of the dark room, I have forgotten them, and their mountains, infinite and real-wonderful, evoke almost a tribute. Happily, technology has allowed that harmony and rigor do not correspond to such superhuman adventures. However, the life of the artist of the "Stations" means a permanent challenge and passion, "a long race of experimentation with the ancient and contemporary photographic processes", as pondered, in a beautiful essay, Deborah Dorotinsky. She also makes insurmountable observations. Regarding the concept, chromaticism and lyricism: "By turning the environment into art, by representing it through the lens, by translating the colors into gray scales, by" artistizing "the environment, the author of these shots thinks and makes the landscape. "Writing of light. The voice "poetry" arises irrepressibly, we heard it several times, from those who discovered the photography of Javier Hinojosa. Here, the photographer becomes a poet who substitutes the word for the writing of light. We believe that we had never felt it so intensely ... We also have no doubt that the famous precise and unrepeatable moment becomes, in Javier Hinojosa, a magical moment. Photography records events, comments and documents reality, but, without altering the forms or unduly "surrealizing", goes much further in its wealth of art and beauty, bringing the finite of the infinite closer, delaying the limits of aesthetics. And Javier Hinojosa teaches us this admirable ability ... with the infinite richness of the grays: here the non-color and a color are surpassed, it is an authentic palette. And in the successive planes, we read up to an oriental legacy, a centuries-old Chinese landscaping ... Maybe it's our illusory excess ... but we have a Mexican photographer, universal, totalizing. ... And that allow us the "kitsch" to express that the music of the Four Seasons of Vivaldi would exquisitely accompany a projection of the Stations of Javier Hinojosa.