La joyería se sirve de la exquisitez de la artesanía y la naturaleza; por tanto, no nos sorprende que las joyas encierren un valor sentimental que trasciende lo ancestral, convirtiéndose en un acto de placer la adquisición de una joya preciosa. Obsequio, llevarlas contigo, poseerla, implica una “sensacion-relación”, de valores únicos que se nutren de otros estéticos, transferidos por sus creadores, quienes optan del talento para su conceptualización y diseño.
Mónica Varela, diseñadora dominicana, vive y se realiza, con este arte del diseño de joyas, su oficio. En conversación con esta joven artista, nos cuenta sobre sus inicios.
A muy temprana edad, apoyada e impulsada por su familia, toma la decisión de incursionar en el ámbito del diseño de joyas. Realiza estudios en la Escuela de Altos de Chavón, La Romana, RD. Allí aprende dibujo, joyería y diseño; luego, realiza estudios de diseño de joyas en el exterior, durante cuatro años, en el prestigioso Savannah College of Art and Design, SCAD, universidad de arte en los Estados Unidos.
En aquellos tiempos, también estudia antropología, como parte integral de su carrera, y por su denotado interés en las relaciones humanas y las joyas. –Cómo aprendemos el uno de los otros, es de ahí precisamente donde proviene su inspiración creadora.
“Cada persona nos plantea una semilla, que nos enseña algo, al tiempo que nos quita algo en la vida. Cuando empecé a indagar en esa teoría, me estaban enseñando o quitando; recordé a mi padre, que me decía que antes de irme a estudiar fuera, –porque tenía una sensibilidad por el color–, que cuando llegaran las influencias de las enseñanzas, era algo que debía cuidar y respetar de mi persona, pues podía perderlo. De ahí viene el concepto de “semilla”, todo el mundo te implanta algo en la vida. Imagínate, “Semillas microscópicas”, de dos milímetros de dimensión, fotografiadas por Rob Kesseler, luego las presenta en seis pulgadas, donde puedes ver sus texturas, su contexto orgánico, como el mismo ser humano, que posee un mundo interior extraordinario, y que es de mucho valor descubrir e indagar”, asegura Varela.
Para continuar diciendo que “creo que la mujer, tanto como el hombre, deben de ser adornados como en las tradiciones de tiempos ancestrales, y así resaltar su belleza y su personalidad”. Por esto, su inquietud de crear piezas únicas, diseñadas con un concepto, una historia, minimalistas, vanguardistas, contemporáneas, modernas, que difiera de los antecedentes conocidos hasta ahora en la joyería en el país.
Los materiales que trabaja Mónica son variados, como la plata esterlina, oro, fibra microscópica, tela triturada, que se adhiere a superficies en un proceso de compactación, con detalles realizados en impresión tridimensional (3D), que incluye cera, llevada después al metal, al nylon, el bambú y la resina. Dependiendo de lo que se esté diseñando, se utilizan estas técnicas, acorde a los diferentes medios y materiales.
Disfruta mucho de la tecnología 3D, y nos explica sus procedimientos: “Dibujamos el diseño, luego lo paso a la computadora en un software que se llama “Rhino”, diseñado para modelar joyas, arquitectura, muebles, entre otras especialidades. Es un software que hace posible la impresión en cualquier metal o material. Ese es parte del proceso, dependiendo del material, se imprime en cera, o se pasa al proceso tradicional de la joyería, que es al vacío, (lost wax casting), y luego se convierte en metal. Se realiza esta técnica en nylon o material alternativo, como resultante final del producto que se puede unir con piezas de metales”.
Mónica siempre piensa en darle un giro positivo a sus diseños. En un principio, solo usaba metal y fibras microscópicas, que le daban el color a sus joyas. Las piedras preciosas se están incorporando al diseño, aunque le falta un poco para incorporarlas 100% a sus trabajos, ahora las usa como elementos. Para la colección Oceanía, –su nombre potencial–, incluirá larimar, ámbar y madreperla. En estos momentos, está concentrada en esos temas.
Inmersa en un proyecto llamado Santa Paloma, una tienda en Punta Cana, donde se representan diseñadores latinoamericanos en República Dominicana (colombianos, venezolanos, hondureños y dominicanos). Pronto, se inaugurará en Piantini y Naco, “Santa Paloma Latam”, bajo el concepto de calidad, que va a representar el talento del país. Allí, Mónica fungirá como directora creativa de la tienda, al tiempo de ser parte de sus 12 diseñadores.
Al empezar la universidad, se instaló en Nueva York, trabajando en una tienda con diseñadores; y aquellos al ver su trabajo, la invitaron a participar del staff de diseño. Lleva tres años vendiendo en Nueva York, bajo el concepto de “concert store”, de diseñadores internacionales. Allí fue donde se inició su carrera, y donde le dieron un voto de confianza. En la actualidad, vende en Nueva York, Punta Cana, en las dos “Santa Paloma Latam” de Santo Domingo, y en Miami.
Su sueño a realizar es alcanzar a trabajar con diamantes.
Mónica Varela: The sentimental value jewelry that transcends the ancestral
Jewelry uses the delicacy of crafts and nature; Therefore, we are not surprised that the jewels contain a sentimental value that transcends the ancestral, making the acquisition of a precious jewel an act of pleasure. Gift, take them with you, possess it, implies a “sensation-relationship”, of unique values that are nourished by other aesthetics, transferred by their creators, who choose talent for their conceptualization and design.
Monica Varela, Dominican designer, lives and performs, with this art of jewelry design, her trade. In conversation with this young artist, he tells us about his beginnings.
At a very early age, supported and driven by his family, he made the decision to venture into the field of jewelry design. He studies at the Altos de Chavón School, La Romana, RD. There he learns drawing, jewelry and design; then, he studied jewelry design abroad, for four years, at the prestigious Savannah College of Art and Design, SCAD, an art university in the United States.
In those times, he also studied anthropology, as an integral part of his career, and for his denoted interest in human relationships and jewelry. - How we learn from each other, that is precisely where his creative inspiration comes from.
“Each person raises a seed, which teaches us something, while taking something from us in life. When I began to investigate that theory, they were teaching or taking me away; I remembered my father, who told me that before I went to study outside, -because I had a sensitivity for color-, that when the influences of the teachings came, it was something that I had to take care of and respect for my person, because I could lose it. Hence the concept of "seed", everyone implants something in life. Imagine, "Microscopic seeds", two millimeters in size, photographed by Rob Kesseler, then presents them in six inches, where you can see their textures, their organic context, as the same human being, who has an extraordinary inner world, and that it is very valuable to discover and investigate, ”says Varela.
To continue saying that "I believe that women, as well as men, must be adorned as in the traditions of ancient times, and thus highlight their beauty and personality." Therefore, their concern to create unique pieces, designed with a concept, a history, minimalist, avant-garde, contemporary, modern, which differs from the background known so far in jewelry in the country.
The materials that Monica works are varied, such as sterling silver, gold, microscopic fiber, crushed fabric, which adheres to surfaces in a compaction process, with details made in three-dimensional (3D) printing, which includes wax, then taken to the metal , to nylon, bamboo and resin. Depending on what is being designed, these techniques are used, according to the different media and materials.
Enjoy 3D technology a lot, and explain its procedures: “We draw the design, then I pass it to the computer in a software called“ Rhino ”, designed to model jewelry, architecture, furniture, among other specialties. It is a software that makes printing on any metal or material possible. That is part of the process, depending on the material, it is printed in wax, or it is passed to the traditional process of jewelry, which is vacuum, (lost wax casting), and then it becomes metal. This technique is performed on nylon or alternative material, as the final result of the product that can be joined with metal parts ”.
Monica always thinks about giving her designs a positive spin. At first, he only used metal and microscopic fibers, which gave the color to his jewels. Gemstones are being incorporated into the design, although it lacks a bit to incorporate them 100% into their work, now it uses them as elements. For the Oceania collection - its potential name - it will include larimar, amber and mother of pearl. At the moment, it is focused on those issues.
Immersed in a project called Santa Paloma, a store in Punta Cana, where Latin American designers are represented in the Dominican Republic (Colombians, Venezuelans, Hondurans and Dominicans). Soon, “Santa Paloma Latam” will be inaugurated in Piantini and Naco, under the concept of quality, which will represent the country's talent. There, Monica will serve as creative director of the store, while being part of its 12 designers.
When he started college, he settled in New York, working in a shop with designers; and those who saw her work invited her to participate in the design staff. He has been selling in New York for three years, under the concept of “concert store”, of international designers. That was where he started his career, and where he was given a vote of confidence. Currently, it sells in New York, Punta Cana, in the two “Santa Paloma Latam” of Santo Domingo, and in Miami.
Her dream to realize is to reach to work with diamonds.